Escobar y Camprubí en una foto familia, junto a la imagen del helicóptero en el que viajaban, despiezándose al caer.

Escobar y Camprubí en una foto familia, junto a la imagen del helicóptero en el que viajaban, despiezándose al caer. E. E.

Reportajes

La empresa del helicóptero que contrataron los españoles fallecidos en Nueva York tiene una deuda millonaria

La sociedad, New York Helicopter Tours, realizó la última inspección a la aeronave hace ocho meses y se detectó un problema en la transmisión.

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Tres días después de la tragedia que azotó a la familia Escobar Camprubí, se van desgranando nuevos detalles de la empresa que gestionó el vuelo que acabó con sus vidas. La sociedad responsable del helicóptero que se accidentó en el río Hudson, a los pies de Manhattan (Nueva York), es New York Helicopter Tours. 

Centra su actividad comercial en los vuelos de recreo con helicópteros sobre la ciudad de los rascacielos y Nueva Jersey desde hace más de 30 años.

Según apunta el diario The New York Times, la empresa americana se ha visto envuelta en varios problemas financieros y en dos siniestros a lo largo de su historia, con una deuda millonaria y una quiebra. Además, hace ocho meses, en septiembre del pasado año, se registró una incidencia en el helicóptero accidentado debido a un problema en la transmisión.

En 2019, año previo a la pandemia, la empresa New York Helicopter Tours se halló en una situación financiera "difícil". La sociedad se declaró en quiebra ese mismo año. La sociedad presentó ante el tribunal federal de Manhattan un recurso con el objetivo de reorganizar sus finanzas, con el fin de continuar con su actividad mientras trataba de salir de la quiebra.

Durante la primera década de actividad empresarial, en los 90, New York Helicopter Tours ingresó, aproximadamente, cinco millones de dólares. El diario neoyorquino afirma que durante este periodo no hubo "incidentes" relacionados con la empresa en materia financiera.

En cuanto al cerebro de la corporación, Michael Roth, ha trabajado durante 30 años en el sector del alquiler de helicópteros, cuando había menos competencia y regulación, al mismo tiempo que se registraba una "mayor aceptación de los helicópteros como medio de transporte en una zona urbana congestionada".

Los cambios en las normas municipales instaron a las empresas de vuelos a reducir el tráfico aéreo en 2017. Por ello, la compañía se vio obligada a reducir su nómina de 30 a 13 empleados. En aquel momento, los ingresos de la entidad estuvieron en "constante descenso": oscilaron entre los 5,8 y los 4,6 millones de dólares anuales. Pero en 2018 cayeron hasta los 3,9 millones y, en los primeros meses de 2019, se redujeron a 2,1.

De acuerdo con los registros públicos, entrevistas con pilotos y otros miembros de la industria aérea, el periódico neoyorquino indica que la sociedad "había sido vista durante mucho tiempo como un competidor menor" en el nicho de los vuelos recreativos por Nueva York.

Su flota es "más pequeña y antigua" que la del resto de sus competidores. En palabras del medio americano, el director ejecutivo de la empresa, Roth, "se había forjado una reputación de ser lento en los pagos y rápido en demandar".

Demanda de 1,5 millones de dólares

La situación de quiebra se levantó en 2022, "dejando a muchos acreedores sin pagar", pero los problemas financieros no se resolvieron. En 2024, Roth resolvió dos gravámenes fiscales de Nueva York, por valor de 70.000 dólares, y la empresa también tuvo que abonar una multa de 45.000 dólares por una deuda. Asimismo, The New York Times refleja que continúa pendiente un gravamen fiscal a nombre de la empresa por más de 225.000 euros.

Una empresa de medios de comunicación de Nueva Jersey demandó a la corporación de Roth al no pagarles los servicios relativos a la producción de folletos. La demanda ascendió a 35.000 dólares, pero un juez le otorgó a la empresa 14.700.

Cuando New York Helicopter Tours parecía resurgir de sus cenizas, alquiló un helicóptero Bell 407 a la empresa PHI MRO Services, con sede en Louisiana. Roth explicó que su objetivo era tener una "relación larga y continua" con PHI MRO, para realizar más incorporaciones para su flota.

Cinco meses después, PHI MRO demandó a la sociedad de Roth por no haber realizado los pagos de arrendamiento ni devuelto la aeronave. PHI MRO interpuso una demanda solicitando 1,5 millones de dólares que aún está pendiente, por motivo de daños y perjuicios.

Dos siniestros registrados

La corporación registra en su historial dos accidentes en los últimos doce años de actividad. El primero sucedió en 2013, cuando una aeronave de la empresa se quedó sin combustible durante un vuelo turístico con cuatro personas a bordo. El helicóptero hizo un aterrizaje de emergencia en el río Hudson.

Dos años después, otro de los helicópteros de su flota tuvo un accidente mientras volaba a 20 pies del suelo tras despegar de Nueva Jersey. En este caso, el piloto explicó que la aeronave comenzó a dar vueltas sin motivo aparente. Investigaciones posteriores dilucidaron que el helicóptero realizó un aterrizaje de emergencia en Chile, en 2010, y que el eje de transmisión que portaba no era apto para volar.

Tragedia en el aniversario

Los 21 minutos de vuelo de la familia Escobar Camprubí eran sólo una pequeña parte de su 15.º aniversario de boda. La tragedia del río Hudson que este jueves segó las vidas de Agustín Escobar, Mercè Camprubí y sus tres hijos empezó a escribirse hace quince años en la misma ciudad que los vio partir. Fue allí, en Nueva York, donde sus caminos se cruzaron por primera vez para no volver a separarse.

Mercè Camprubí tenía más de 14 años de experiencia en el sector energético, principalmente trabajando para Siemens en España, Colombia, Estados Unidos y Canadá. Estaba especializada en ventas consultivas con un enfoque holístico y desde 2022 era gerente global de comercialización para Siemens Energy, en Barcelona.

Agustín Escobar, por su parte, era natural de Puertollano (Ciudad Real). Hijo predilecto de Castilla-La Mancha, estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Pontificia Comillas y completó su formación con dos másteres en Administración y Dirección de Empresas. Su familia también ocupa puestos de responsabilidad en otras empresas.