Una imagen del traslado.

Una imagen del traslado. EFE Jorge Zapata

Cofradías

El traslado del Cristo de la Buena Muerte abarrota Málaga: una cita con la tradición y la emoción

Miles de personas de todos los lugares del mundo se han congregado en torno a la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás para ver este acto tan importante para Mena.

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Es, sin duda, uno de los grandes momentos de la Semana Santa de Málaga. Miles de personas se desplazan a la ciudad andaluza para vivirlo en primera persona tras años viéndolo a través de la televisión, ya que es un acto que se retransmite en decenas de canales nacionales y autonómicos: se trata del Traslado del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas a cargo de una representación de la Legión Española.

Miles de personas han asistido este jueves al desembarco en el puerto de Málaga de la compañía de honores del Tercio 'Alejandro Farnesio', IV de La Legión, y el posterior traslado y entronización del Cristo de Mena, a su casa de hermandad.

A las 23.00 horas de este Miércoles Santo, Antonio, natural de Murcia, y toda su familia llegaron a la explanada de Fray Alonso de Santo Tomás para ver de cerca a la Legión y al Cristo de la Buena Muerte. "Ha sido una noche larga, algo complicada, pero merece la pena para verlo de cerca. Me ha traído la emoción de sentirla en directo, en Málaga", ha declarado este cofrade, que fue uno de los primeros en llegar al acto haciendo más de 10 horas de espera.

La jornada, afortunadamente, fue soleada. Los actos de la Congregación de Mena comenzaron sobre las diez de la mañana, cuando el buque de la Armada de acción marítima 'Furor' (P-46), de 93,90 metros de eslora, atracaba en el muelle 2-Palmeral de las Sorpresas del recinto portuario, situado en paralelo al Paseo de los Curas.

Una vez completado el atraque, los legionarios han desembarcado uno a uno a paso ligero por la pasarela del buque hasta quedar formados en el puerto ante las autoridades civiles, militares y religiosas además del numeroso público que abarrotaba la zona con vítores y muestras de cariño. Mucha presencia también de turistas extranjeros extrañados, a la par de asombrados, con lo que presenciaban sus ojos.

Este año, el Centro de Málaga se ha notado especialmente abarrotado de público debido a que el recorrido de los legionarios se ha ampliado, siendo esta una de las principales novedades de la mañana. Entre vítores y aplausos, los caballeros y mujeres legionarias.

En esta ocasión han recorrido: Muelle 2-Palmeral de las Sorpresas, Plaza de la Marina, Molina Lario, Plaza del Obispo, Molina Lario, Plaza del Siglo, Plaza del Carbón, Granada, Calderería, Plaza de Uncibay, Méndez Núñez, Tejón y Rodríguez, Carretería, Pasillo de Santa Isabel, Puente de la Esperanza, San Jacinto, Plaza de La Legión Española y Plaza Fray Alonso de Santo Tomás.

Pero el momento más emotivo se ha vivido frente a Santo Domingo, pasados unos minutos de las 12 de la mañana, cuando la escuadra de gastadores, alzando al Cristo, ha cantado nuevamente El novio de la muerte, una pieza de cuplé que se adaptó como tema de este cuerpo castrense y que a menudo se confunde con el himno de la Legión, que es 'La canción del legionario'. Sin embargo, lo que se puede decir, sin lugar a dudas, es que es la banda sonora del Jueves Santo malagueño, ya que no solo lo cantan los legionarios, sino que también todos aquellos que los observan desde las aceras.

La misión de los legionarios ha culminado con la elevación, mediante un sistema de poleas, del Cristo de la Buena Muerte para su colocación vertical en el trono, que pesa 2.650 kilos. Después de cantar, ahora sí, el himno de la Legión, la compañía de honores y la banda de música han abandonado la plaza desfilando entre los aplausos de los asistentes.

Si hay algo en el traslado de Mena, eso son invitados. En la zona derecha de la plaza una gran tribuna ha acogido a todas las personalidades. Entre ellos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, acompañado de varios consejeros; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el embajador de Corea del Sur en España, Lim Soosuk; y el actor Antonio Banderas, quien ha recordado a la prensa que en 2013 fue legionario de honor en reconocimiento a sus méritos y ha asegurado que para él, el Jueves Santo es el gran día de la Semana Santa de Málaga.

La vinculación de la Cofradía de Mena con la Legión se remonta a 1921 y su Cristo de la Buena Muerte fue nombrado protector de los legionarios siete años después. Este año, casualmente, se retira uno de los legionarios que no ha fallado al Cristo de la Buena Muerte en la historia reciente, el Cabo Urbaneja, quien ha confesado a EL ESPAÑOL de Málaga que ya "toca colgar las botas", pero con orgullo de haber llevado a lo más alto al Cristo de la Buena Muerte durante treinta años. "Ha sido muy emotivo, muy especial, pero la misión del Jueves Santo llega a su final...", ha zanjado.